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Cosas que pasan

La llamada

La llamada

Miré el reloj y vi que faltaban tan solo unos minutos. Por más que lo miraba el tiempo no pasaba. La última hora había sido eterna. Los segundos caían uno a uno, lentamente...
Volví la vista de nuevo hacia el reloj y conté mentalmente los últimos segundos. Diez, nueve, ocho... por fin son las diez!
Mi mirada entonces se volvió hacia el teléfono pero este no sonaba. Lo descolgué y comprobé que tenía línea. Me di una vuelta por la habitación intentando que el tiempo pasara un poco. Pasaron cinco minutos pero el teléfono no sonaba.
De repente lo hizo y el corazón se aceleró. Corrí hacia él y lo descolgué esperando escuchar su voz al otro lado, pero lo único que oí fue una voz extraña que me preguntaba por nosequién. No, aquí no es... No importa... Buenas noches...
De nuevo la espera, el tiempo que no pasa y... el teléfono vuelve a sonar. Tiene que ser ella, está vez sí.
Al poner el auricular en la oreja su sonido inundó mi cerebro hasta activar todas las terminaciones nerviosas de mi cuerpo... Era ella!

Las nubes

Las nubes

Una de las actividades más placenteras es observar las nubes. Es uno de los espectáculos más grandes que nos ofrece la naturaleza, sobre todo cuando se une a los colores que nos brindan los amaneceres y atardeceres.
Podemos volver a ser niños y echados sobre la hierba imaginar las formas más inverosímiles. Podemos imaginar un dragón que, echando fuego por la boca, persigue a un caballero que ha venido a rescatar a su princesa...
Podemos usar nuestra imaginación o de lo contrario las nubes sólo serán ese estorbo que nos estropea un día de playa.

Vértigo

Vértigo

Como Ismael Serrano en su canción, yo también quiero que el mundo pare. A mi también se me hace corto el viaje. Desde hace unos años el tiempo no corre sino que vuela.
Tal vez es que vivamos con el único propósito de que llegue el fin de semana y no disfrutemos de los mínimos momentos que el trabajo nos deja en el día a día. Pero me he dado cuenta de que en esos pequeños momentos es donde reside la felicidad.
La felicidad no es hacer un gran viaje a un paraiso o comprarse un artículo caro, sino que es disfrutar de esos pequeños momentos que el día a día nos va dejando.
Por eso, no dejes pasar el tiempo, simplemente aprovéchalo hasta el último segundo.

La radio

La radio

Estaba en el medio del silencio y se me ocurrió encender la radio, poner música... De repente la habitación vacía pareció llenarse y me di cuenta de que si tienes una radio cerca nunca estarás solo, porque esa canción, ese programa... lo estás compartiendo con miles de personas que, como tú, necesitaban escuchar.
Por eso, no quiero que nunca te apagues, radio...

Vecino-a

Vecino-a

Después de que me hayas recordado que estás ahí, de que me hayas recordado de que no te has ido y que, lo que es peor, no te vas a ir. Te digo lo siguiente:

A las doce de la noche:

- No debes gritar ni hablar alto.
- No debes permitir que los niños anden y corran por la casa como si fueran las cuatro de la tarde.
- No debes golpear las puertas.
- No debes arrastrar muebles.
- Debes procurar cerrar las persianas despacio.
- Debes procurar hablar bajito y enseñar al resto de tus acompañantes a que hagan lo propio.

Y digo que debes de seguir a rajatabla estas recomendaciones porque:

- Hay gente que necesita descansar.
- Hay gente que se levanta temprano.
- Lo vecinos de al lado, arriba y abajo no tienen la menor intención de aguantarte.

Así que por favor, deja de hacer ruido, respeta a los demás igual que los demás te respetan a ti.

Cumpleaños

Cumpleaños

Hoy es el día señalado en el calendario en que cumplo años. En realidad los años los cumplimos día a día, pero es este día en el que nos ponemos a pensar en el paso del tiempo.
Lo peor de este día es darse cuenta de que el tiempo pasa y que nada ni nadie puede hacer nada para evitarlo.
Lo bueno es que las personas que quieres están ahí para felicitarte y para recordarte que nunca estarás solo...

El encuentro

El encuentro

Me preparo para la cita diaria. No es una cita cualquiera sino una cita con ella.
Después de tanto tiempo sigue siendo ella, una mujer sin nombre, sin historia, pero que me hace estremecer a su paso.
El lugar donde hemos quedado es el portal y la hora la de siempre.
No falla, puntual a su cita, nos saludamos, nos sonreímos...
Su cara denota cansancio, tal vez hastío, aburrimiento por la vida...
El ascensor llega, la dejo pasar, los pisos van pasando y el corazón se me acelera...
Llega mi piso y me bajo, me despido con un sencillo buenas noches. Ella me sonríe. Las puertas se cierran... Tal vez para siempre, quién sabe...
Mañana se lo diré...

Los vecinos

Los vecinos, esos seres que nos han tocado en suerte o muchas veces en desgracia en nuestros edificios.
Antiguamente eran los que primero nos prestaban auxilio, nos dejaban la sal o cuidaban de nuestros hijos cuando no estábamos. Ahora, que vivimos encerrados en nuestra casa ni siquiera sabemos sus nombres ni sus caras.
Pero además de compartir unos minutos o segundos en el ascensor y alguna que otra reunión de vecinos, los vecinos pueden ser en ocasiones molestos. Me refiero a esos seres que creen que viven solos en el mundo y se dedican a hacer ruido por doquier.
Arrastran muebles a las doce de la noche, gritan a la una de la mañana y nos dedican una fiesta a las dos.
Si usted es una de esas personas que no piensan en sus vecinos, reflexione y aprenda a vivir en comunidad.

Bienvenido al weblog losrosales

Bienvenido al weblog losrosales

Bienvenidos a mi diario

Este es el diario de un vecino de Los Rosales (A Coruña), al pie del monte de San Pedro, frente al intenso viento que nos recuerda que la refinería está y siempre estará ahí.

A todos los vecinos, un saludo.

Donde está el barrio

Situado junto al mar, este barrio empieza a despertar poco a poco.
Aún le faltan multitud de servicios que todos esperamos que lleguen con el tiempo.
Queremos:
-Una biblioteca
-Un polideportivo
-Una piscina
-Una guardería
...

Podemos estar orgullosos de nuestras zonas verdes que muy pronto se verán incrementadas con el parque que se construye en el monte de San Pedro, pero pedimos más árboles.
Queremos árboles en la calle Emilio González López, que nos den sombra en verano y alegren nuestra vista todo el año.

Por pedir que no quede y seguiremos pidiendo mejoras para nuestro barrio.