Los vecinos
Los vecinos, esos seres que nos han tocado en suerte o muchas veces en desgracia en nuestros edificios.
Antiguamente eran los que primero nos prestaban auxilio, nos dejaban la sal o cuidaban de nuestros hijos cuando no estábamos. Ahora, que vivimos encerrados en nuestra casa ni siquiera sabemos sus nombres ni sus caras.
Pero además de compartir unos minutos o segundos en el ascensor y alguna que otra reunión de vecinos, los vecinos pueden ser en ocasiones molestos. Me refiero a esos seres que creen que viven solos en el mundo y se dedican a hacer ruido por doquier.
Arrastran muebles a las doce de la noche, gritan a la una de la mañana y nos dedican una fiesta a las dos.
Si usted es una de esas personas que no piensan en sus vecinos, reflexione y aprenda a vivir en comunidad.
Antiguamente eran los que primero nos prestaban auxilio, nos dejaban la sal o cuidaban de nuestros hijos cuando no estábamos. Ahora, que vivimos encerrados en nuestra casa ni siquiera sabemos sus nombres ni sus caras.
Pero además de compartir unos minutos o segundos en el ascensor y alguna que otra reunión de vecinos, los vecinos pueden ser en ocasiones molestos. Me refiero a esos seres que creen que viven solos en el mundo y se dedican a hacer ruido por doquier.
Arrastran muebles a las doce de la noche, gritan a la una de la mañana y nos dedican una fiesta a las dos.
Si usted es una de esas personas que no piensan en sus vecinos, reflexione y aprenda a vivir en comunidad.
1 comentario
Marta -
Te has olvidado de comentar los portazos, cuando alguien entra, o el taconeo a las doce de la noche.